Las molestias en la garganta son síntomas habituales del resfriado y son muy frecuentes en niños y jóvenes. También otros factores, como el humo del tabaco o la contaminación, o bien, la necesidad de hablar durante muchas horas seguidas, producen irritaciones en la garganta. Para que una infección leve no degenere en una faringitis y también para la pérdida de voz, hay remedios caseros eficaces y fáciles de preparar.
MACERADO DE CEBOLLA Y LIMÓN
Ingredientes:
- 1 cebolla roja no muy grande
- 1 limón
Preparación:
Cortar la cebolla en pequeños trozos y mezclarla con el jugo de limón en un recipiente. Añadir agua hasta cubrir la cebolla.
Dejarlo macerar toda la noche. Filtrar y verter el líquido en un vaso.
Forma de tomarlo:
Tomar con una pajita muy despacio para permitir que la acción antiinflamatoria y antibiótica de esta mezcla produzca el efecto deseado.
INFUSIÓN DE TOMILLO, LIMÓN Y MIEL
Ingredientes:
- tomillo
- miel
- agua
- zumo de medio limón (o entero)
Preparación:
Escaldar el tomillo en el agua, dejar rreposar diez minutos y colar. Añadir el zumo de limón y la miel.
Forma de tomarlo:
Es importante beber muy lentamente la infusión con una pajita introduciéndola tanto como sea posible y dirigiendo la preparación hacia las zonas dolorosas e inflamadas de la garganta.
* El tomillo es un arbusto de las regiones mediterráneas cuyo agradable aroma es aprovechado desde la antigüedad para perfumes y colonias.
Del tomillo se aprovechan las flores y las hojas, que deben recogerse en primavera y secar en lugar ventilado. Sus efectos terapéuticos son muchos: Es estimulante, por lo que favorece la digestión y la circulación. Asimismo, es usado como antiséptico y como expectorante. Por ello, se recomienda en cualquier afección de garganta y bronquios.
CONSEJOS DE LA ABUELA... (agua y aceite)
Un remedio rápido para la infecciones de garganta es la ingestión -a sorbos cortos- de medio vaso de agua caliente con siete gotas de extracto de propóleo o aceite.
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